Again and again, over and over.

Cuando en mi se produce un quiebre, es hora de escribir. Y esta vez, digamos que es un quiebre repetido, un quiebre que ya viví y supuestamente "había superado", pero, al igual que las adicciones, el amor tiene una especie de poder, la cual nos lleva siempre a caer, en lo más profundo de nosotros, en donde creemos que no hay retorno. Ya que el amor hacia alguien, en realidad, es como una especie de adicción, (no estoy hablando de histeriqueos, estoy hablando del amor, en su estado más puro). Ah! y me olvidaba algo importantísimo, el amor es un mal común. Conozco una persona que también tiene un blog, (M.R.) que sufre de exactamente lo mismo. Como hacemos para olvidar a alguien? Es obvio, que si es un amor profundo, ya seguro lo hemos intentado varias veces, por que con el amor, siempre se sufre. No voy a decir que no tiene partes lindas e inolvidables quizás, (de las cuales hablaré mas tarde). Quiero aclarar que ésta entrada no es acerca de Federico (del cual probablemente escriba después). Estoy sentada en mi cama, a las 02:32 de la mañana, con la televisión encendida en mi canal siempre favorito Sony, sin embargo, tengo puesto mis auriculares, mientras escucho Invisible, quizás todo esto no tenga nada que ver con el relato, pero quiero que el que lea el relato se ambiente conmigo. Hace un par de minutos, algo, totalmente predecible ocurrió. Un chico, al que tenia "totalmente" superado, (todos sabemos que es una completa mentira) produjo un quiebre en mí. Es extraño, por que según el tiempo me cuenta, yo ya había tenido otro quiebre con él, en el cual decidí nunca más volverle a hablar. Él es de esa gente, a la cual, tus amigas lo odian completamente, por lo que causo en vos, y además por que tiene una personalidad arrogante y superada (personalidad que, según ellas, no tiene con que sostener, ya que, para ellas, es la persona más fea y despreciable del Universo entero). Remarqué el según ellas, por que para mí, es la persona más hermosa que jamás vi. No voy a mentir, su personalidad es increíblemente despreciable, pero a mi me gusta así, tal y como es. O a que adolescente de 15 años, no le gusta ese chico que las trata como si fueran la cosa menos importante del mundo, y por otro lado, odian a es chico que es atento y cariñoso, ya que lo consideran empalagoso? (Lo confieso, yo soy una de ellas). Pero, lo que más me duele, es la indiferencia con la que me trata. Creo que esa es su arma letal, y que obviamente, la utiliza como estrategia, sabiendo que voy a caer rendida a sus pies. Ya lo sé, esto hace mal. Terriblemente mal. Te carcome las entrañas hasta que ya no quede nada en tu cuerpo, y quedes completamente vacía. Esto explica el vació que uno siente en su interior. Ya ni siquiera me acuerdo las miles de millones de veces, en las que mis amigas me dijeron que él no valía todo lo que estaba pasando. Y supuse que ellas tenían razón, y como un grande dice "El tiempo nos ayuda a olvidar", poco a poco lo fui olvidando. No voy a mentir, secretamente lo miraba en los recreos, hasta que descendía por las escaleras, y luego, simplemente, yo seguía con mi dia en la escuela, como si lo que había visto hubiese sido uno de esos pensamientos que uno tiene cuando sueña despierto. Concentremonos en el ahora, no voy a contar como escuchaba Ismael Serrano y pensaba en él, imaginando que podíamos tener un futuro posible. Lo que pasó, es toda su culpa (está bien, parte también es mía, por prestarme a su juego, el cual ya me lastimo una vez). Un día, luego de largos meses sin saber nada de él, excepto las burlas por parte de Solsa, y sus "y? que tal con ...", las cuales me ponían enojada y triste al mismo tiempo, me llego la noticia de que quería algo, (ojala este equivocada, y todo haya sido una completa confusión, y que ésta no sea su forma de "conquistar", por decirlo de alguna manera). Un día, hablando con su mejor amigo, (con el cual cometí un muy desafortunado error, que no viene al caso), lo agregué al MSN. Que raro esto de los MSN, en realidad, en vez de conectar a las personas, yo creo que las alejan, en fin, ya hablaré de esto en mi blog. El tema es que lo agregué y hablamos. Hablamos y hablamos. Yo, no se por qué, me siento incomoda hablando con él, siento que debo siempre impactarlo, ir más allá de lo que soy, lo cual no me agrada para nada, y le suma una ficha mas al cartón "Digamosle NO a Él." Y en el mientras tanto, el me contó para qué quería hablar conmigo. Otra vez, la hermosa, pero destructiva ilusión. Creo que es ella la que en realidad nos motiva, a enamoratnos. El "que será", el "que pasará", uno de los pensamientos más llenadores de esperanza, pero igualmente, tormentosos. Así, el me dijo que me daba una oportunidad. Yo, mientras tanto, estaba confundida, siempre lo pensé, pero nunca lo había pedido, y además no estaba segura si quería estar con alguien que me hiciera sentir incomoda (cosa que no me pasa con Federico, razón por la cual siempre me agradó estar con él). Y después de esa noche, no hablamos más, yo quería hablarle, pero no me salían las palabras, ya que siempre estoy intentando decirle algo inteligente y poco predecible. Para que no crea que soy una "pendeja" más. Lo sé, suena totalmente tortuoso, increíble e inaceptable, pero el amor es así. Otra vez, nos tratamos con indiferencia. Hasta que él me dice, "siempre sos tan boluda" (Por el msn de Matias, su amigo, aunque no creo que haya sido Matias, porque con él yo tengo una buena relación de amistad, y nunca me insulta). E insultarme es para él es parte de su rutina cotidiana al hablar conmigo. Más tarde, se lo dije. Y el me respondió (haciéndose el desentendido) un "¿Que?". Eso fue, creo yo, lo que me hizo hacer un quiebre. Marcar un antes y un después. El decir, a mi, no me va a tratar así, SE ACABO. Y cortar todo tipo de relación con él. Éste es el cierre de otro pedazo de mi vida amorosa, la cual se va desmoronando y convirtiendo en un completo desastre a medida transcurren los días, las semanas. Por eso, como dije ya está acá se cerro la etapa con él.

Aunque sabemos que no es así, que como todas las adicciones, el amor hace que volvamos a caer en la misma trampa, con su mejor amiga de maldades contra corazón, la ilusión.